El impacto ambiental de la IA generativa se agrava en el 2025

El impacto ambiental de la IA generativa se agrava en el 2025

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Imagina que amaneces un lunes y al preparar tu café notas que el agua que sale del grifo es escasa y caliente, porque la planta local de tratamiento se ha visto sobrepasada después de una semana de altas temperaturas y consumo récord.

Intentas preguntarle a tu IA favorita qué pasó con la planta, pero el servicio está intermitente. Los centros de datos sufren apagones programados para evitar mayores picos de electricidad, consecuencia de una demanda insostenible provocada por millones de interacciones digitales como la tuya.

En este escenario, la creatividad y eficiencia que tanto admiramos en la tecnología empiezan a volverse en nuestra contra; cada clic, consulta, imagen generada o conversación con un chatbot tiene su precio en agua, energía y recursos naturales.

Es un futuro cercano posible si seguimos ignorando el verdadero costo ambiental de nuestro mundo conectado y la necesidad urgente de innovar sin derrochar.

El auge de la inteligencia artificial (IA) generativa ha seguido creciendo aceleradamente durante 2025, pero lamentablemente, su costo ambiental no ha mejorado notablemente y en muchos casos ha empeorado.

La enorme demanda de cómputo para entrenar y usar modelos de IA sigue generando un alto consumo eléctrico y un uso intensivo del agua, afectando particularmente a las comunidades cercanas a los grandes centros de datos.

Consumo energético y huella de carbono

Durante 2025, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha confirmado que la demanda energética para las aplicaciones de IA ha aumentado más de diez veces respecto a 2023, superando el consumo energético anual de países medianos como Bélgica.

Un estudio del MIT revela que, globalmente, los data centers consumieron 460 teravatios-hora en 2022, equivalente al consumo eléctrico de países como Francia o Arabia Saudita.

Esto se debe a la creciente adopción de modelos de lenguaje avanzado, visión artificial y múltiples aplicaciones de IA generativa en sectores como salud, finanzas y marketing digital.

Esta explosión en consumo energético se traduce en una marcada huella de carbono. A pesar de los compromisos de las grandes tecnológicas —Google, Microsoft y Amazon— incluyen para reducir sus emisiones, sus reportes ambientales muestran incrementos significativos en sus emisiones anuales atribuibles a sus data centers.

Por ejemplo, Google ha visto un aumento del 52% en su huella de carbono directa ligada al uso de IA en 2025, superando el avance que tenían previsto en sus planes de sostenibilidad.

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Se proyecta que para 2026 el consumo global de estos centros de datos podría llegar a 1,050 teravatios-hora, ubicándolos como el quinto mayor consumidor eléctrico mundial, entre Japón y Rusia. ¿Ya dimensionan el consumo tan desmesurado de estos centros?

Todo esto, sin entrar en detalle en que la fabricación de GPUs tiene una mayor huella de carbono por el uso de materiales complejos, procesos de minería intensivos y transporte.

Uso intensivo de agua y recursos hídricos

Otro recurso crítico afectado es el agua, usado masivamente para enfriar los data centers donde operan los modelos de IA.

Estudios de 2025 revelan que el consumo global de agua para esta finalidad podría alcanzar 7 billones de metros cúbicos, lo que equivale a más de dos tercios del consumo anual de países como Inglaterra.

Estos data centers, según el MIT, requieren aproximadamente 2 litros de agua por cada kilovatio-hora consumido para enfriamiento, lo que genera un impacto significativo en los recursos hídricos.

La localización de centros en regiones con limitaciones hídricas, en Estados Unidos, está generando conflictos sociales y un impacto ambiental negativo que se ha comenzado a visibilizar dada la presión sobre las fuentes de agua locales.

Img. 1 - Nuevos centros de datos en zonas donde el estrés hídrico es alto o extremadamente alto (puntos rojos), bajo o medio (puntos grises). (Bloomberg, 2025)

Desafíos y desigualdad ambiental

Los impactos negativos no solo son ambientales sino también sociales. Se ha evidenciado que la carga ambiental y los costos sociales derivados de la infraestructura de IA se concentran desproporcionadamente en comunidades vulnerables alrededor de los data centers.

Estas zonas enfrentan ya problemas históricos derivados del colonialismo y desigualdad económica, lo que agrava su vulnerabilidad frente al uso intensivo de recursos y contaminación.

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Avances y esfuerzos para la sostenibilidad

A pesar de este panorama preocupante, 2025 ha visto avances importantes en tecnologías y prácticas para mitigar el impacto ambiental de la IA generativa. Entre las soluciones más prometedoras están:

  • El diseño de modelos de IA más eficientes que requieren menos parámetros sin perder capacidad predictiva. Esto evita el entrenamiento excesivo y la inferencia innecesaria.

  • Nuevos procesadores especializados para la IA que optimizan el uso energético y reducen la necesidad de enfriamiento.

  • Transición acelerada hacia el uso de energías renovables en los grandes data centers.

  • Implementación de estrategias de nube híbrida que permiten ejecutar procesos en localidades con mayor acceso a energía limpia y menor impacto ambiental.

  • Uso creciente de software y código abierto que favorece la transparencia y colaboración para optimizar algoritmos, reduciendo el consumo energético del entrenamiento y uso de modelos.

Qué podemos hacer como empresas y personas

Los especialistas en sostenibilidad recomiendan que las empresas opten por modelos fundacionales bien calibrados en lugar de crear nuevos modelos pesados desde cero.

Además, priorizar el uso de infraestructura verde y monitoreo continuo del impacto ambiental ayuda a equilibrar la innovación con la responsabilidad.

Por otro lado, los usuarios deben ser conscientes del costo ambiental de sus interacciones con la IA y promover prácticas digitales responsables, como evitar solicitudes innecesarias y optimizar el uso de aplicaciones basadas en IA.

Aquí te recomiendo leer este blog de la corriente 'GreenTech' y todo lo que trae consigo. El planeta te lo agradecerá.

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El potencial transformador de la IA generativa sigue siendo enorme y puede aportar beneficios significativos a la humanidad.

Sin embargo, durante 2025 ha quedado claro que sin una evaluación crítica y acciones decididas para gestionar su impacto ambiental, la tecnología puede agravar problemas globales como el cambio climático y la escasez de recursos.

La sostenibilidad también es un tema 'tech'

La sostenibilidad de la IA no es solo un tema técnico, sino también una cuestión ética y social que requiere la colaboración entre gobiernos, empresas, científicos y la sociedad en general.

Solo con políticas claras, innovación tecnológica enfocada en eficiencia y una conciencia global sobre el impacto del consumo emergente, será posible equilibrar progreso y preservación del planeta.

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¿Sabes que tú puedes empezar el cambio al no querer depender tanto de las IA generativas?