¡No son suficientes!
Los puertos USB bloqueados no evitan realmente el robo de datos, solo cierran una de las muchas vías de pérdida de datos. Todo el proceso de bloqueo de puertos USB carece de sentido si cualquier empleado descontento puede exportar datos confidenciales por correo electrónico, grabar archivos en un CD/DVD o transferir archivos durante el acceso remoto. Los ladrones pueden incluso descargar datos de la nube.
Son demasiado limitantes.
Una puerta permanentemente cerrada técnicamente no es una puerta y no sirve de nada. Bloquear los puertos USB prohíbe indiscriminadamente el uso de dispositivos necesarios como teléfonos móviles, cámaras, dispositivos de red inalámbricos como módems y escáneres de huellas dactilares, lo que afecta a la moral de los empleados e incluso ahoga su productividad. Dado que las simples transferencias de datos se vuelven complejas debido al bloqueo de los puertos USB, los empleados podrían recurrir al uso de tecnologías de TI clandestinas.*
Son anticuados.
El cincuenta por ciento de la mano de obra mundial será móvil en 2020. En un momento en que las organizaciones adoptan políticas de "traiga su propio dispositivo" (BYOD) a un ritmo sin precedentes, es fundamental contar con una solución de prevención de pérdida de datos que no impida el crecimiento y la productividad en aras de la seguridad. El bloqueo de los puertos USB hace que la implementación de BYOD en el lugar de trabajo sea difícil y ardua.
En resumen, el bloqueo de USB es una solución burda y rudimentaria a una compleja crisis de seguridad de la información. Las organizaciones necesitan una solución de seguridad completa que evite la pérdida de datos sin comprometer la productividad.