La observabilidad como concepto explica en qué medida una red o entorno puede ser percibido con la ayuda de datos recopilados de fuentes externas que el entorno mismo aporta.
El monitoreo tiene que ver con “conocer lo desconocido”, mientras que la observabilidad tiene que ver con “desconocer lo desconocido”. La observabilidad vigila su entorno para evitar las anomalías mencionadas y predice cambios, si los hay.
La observabilidad le brinda un control superior sobre redes complejas y sistemas distribuidos que son impredecibles o dinámicos. Una red plenamente observable facilitará y simplificará el flujo de los procesos. Esto incluye la implementación de servicios, cambios en la configuración, distribución de la carga de trabajo, dependencia de la nube, la experiencia del cliente, rendimiento de los servicios y consumo de recursos.
La observabilidad utiliza datos de telemetría para determinar el comportamiento de un entorno. Los datos de telemetría recopilados mediante métricas, logs y trazas, comúnmente denominados los tres pilares de la observabilidad, se emplean para lograr un entorno completamente observable.