El acceso sin interrupciones, la seguridad y la escalabilidad de los recursos de red son fundamentales para el éxito empresarial en el panorama digital actual. El proceso que se ocupa de estos tres aspectos en la gestión de operaciones de TI (ITOM) es el aprovisionamiento de red.
En términos simples, el aprovisionamiento de red significa garantizar la disponibilidad de los recursos de red para los usuarios finales. En el contexto de ITOM, es el proceso de configurar dispositivos de red (como routers, switches y firewalls), configurarlos para el rendimiento y la seguridad, y asignar recursos (como las direcciones IP, el ancho de banda y el almacenamiento) para satisfacer las demandas de los usuarios finales.
Con la creciente dependencia de las empresas en la tecnología, las demandas empresariales suelen ser principalmente las demandas de red. Desde habilitar una organización digitalmente funcional hasta satisfacer las futuras demandas digitales de la empresa, todo comienza con aprovisionar los usuarios finales—clientes y empleados—con suficientes recursos de red.
La definición de aprovisionamiento de red no ha cambiado a lo largo de la era de Internet. Sin embargo, en esta primera era digital, la forma en que se realiza ha evolucionado mucho.
Durante los días en los que el Internet no era un elemento crítico de las empresas, el aprovisionamiento de red era completamente manual. La aplicación de configuraciones y la asignación de direcciones IP a los dispositivos, la activación de políticas de seguridad y cumplimiento, y la gestión de las demandas de ancho de banda y almacenamiento se realizaban manualmente. Era tedioso, requería mucho tiempo y era propenso a errores.
Con limitaciones como estas, es imposible que las empresas operen a escala, se expandan geográficamente y tengan en cuenta las necesidades dinámicas de la red. Por lo tanto, surgió la necesidad de la automatización en el aprovisionamiento de red.
El aprovisionamiento de red automatizado le permite configurar de forma impecable miles de dispositivos de forma eficiente. Le permite anticiparse a las necesidades de su red a través de una planificación inteligente de los recursos, al tiempo que garantiza la seguridad y compatibilidad de la red, independientemente de la escala de sus operaciones.
Mientras que el aprovisionamiento de red se refiere en términos generales a preparar una red para su uso, en la práctica, hay varios aspectos relacionados:
Cada dispositivo se identifica por su dirección IP. Asignar direcciones IP a los dispositivos les permite acceder a la red. Hacerlo manualmente implica desafíos como conflictos de IP, gestión de subredes deficiente y falta de seguimiento de direcciones IP, creando una red ineficiente.
Sin embargo, con una herramienta de gestión de direcciones IP (IPAM), no tiene que lidiar con estos desafíos. Gestiona de forma eficaz las direcciones IP, permite un enrutamiento eficiente y facilita la solución de problemas sin complicaciones, lo que resulta en un rendimiento de red sin interrupciones.
En relación con esto, el ancho de banda determina la cantidad de datos que se pueden transmitir a través de una red. Una herramienta de gestión del ancho de banda de red le ayuda a asignarla de manera adecuada para garantizar un flujo de datos fluido y un rendimiento óptimo de las aplicaciones.
Configurar los dispositivos de red hace que funcionen de forma óptima y se alineen con los requisitos operativos y de seguridad de la organización. En general, configurar los dispositivos implica introducir configuraciones a escala, optimizarlas para el rendimiento, mantener versiones fiables de las copias de seguridad para una rápida recuperación ante desastres y garantizar el cumplimiento de las políticas de seguridad para evitar accesos no autorizados y violaciones de datos.
Realizar manualmente estas operaciones de forma regular es tedioso y propenso a errores. Esto requiere una buena herramienta de gestión de la configuración de red que le ayude a lograr una gestión de configuración efectiva y sin errores, una rápida recuperación ante desastres y una estricta seguridad y cumplimiento de políticas.
El aprovisionamiento efectivo de la red implica no solo configurar y asignar recursos, sino también garantizar que la red aprovisionada se alinee con los estándares de seguridad establecidos, las regulaciones de la industria y las políticas internas.
En cuanto a la seguridad, manejar una red bien aprovisionada implica determinar quién puede acceder al sistema y qué tipo de tráfico puede entrar y salir de la red, así como garantizar que:
El compromiso de cualquiera de estos aspectos puede llevar a consecuencias que varían desde incidentes menores de seguridad hasta violaciones de datos significativas acompañadas de costosas sanciones. Las sólidas herramientas de seguridad y cumplimiento abordan estas complejidades, proporcionando soluciones integrales que optimizan las prácticas de seguridad y la gestión del cumplimiento. Este enfoque mitiga efectivamente los riesgos potenciales y sus consecuencias asociadas.
La escalabilidad de una organización es la capacidad de su infraestructura de red para adaptarse al creciente número de usuarios, el aumento de los volúmenes de datos y la expansión de los servicios. En el ámbito del aprovisionamiento de red, la escalabilidad se traduce en la capacidad del equipo de TI para planificar las actualizaciones de recursos de forma proactiva. Aquí, el recurso significa direcciones IP, ancho de banda, potencia de procesamiento, memoria, almacenamiento, etc.
Una solución integral de gestión de redes observa las tendencias de consumo de recursos y proporciona informes de pronóstico. Estos informes le ayudan a tomar decisiones proactivas e informadas sobre el nivel de actualizaciones que necesita su red.
Ahora que es consciente de la importancia de una herramienta de aprovisionamiento de red para manejar una infraestructura de TI confiable y sin problemas, es crucial elegir la solución de aprovisionamiento de red adecuada para marcar una diferencia real en sus operaciones de TI y obtener mayores beneficios.
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